El valor del “Made in Europe” en la era post covid
30 de junio de 2021 | Por: Biblox
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La producción industrial de la Unión Europea retrocedió en 2020 un 8% a causa de la crisis del covid-19, según datos de Eurostat. En España, el 52,8% de las compañías del sector plástico sufrieron caídas en su producción desde marzo del mismo año. El cierre de fronteras y la repentina reducción del volumen de producción ha causado interrupciones de las cadenas de suministro. En general y debido a lo inesperado de la situación, en la mayoría de las empresas han pecado de falta de previsión, con la consecuente escasez de determinadas materias primas o productos esenciales en Europa.
Ante esta situación, la Comisión Europea ha formulado recientemente una revisión de la estrategia industrial y ha propuesto nuevas medidas para reducir esta dependencia del exterior. En primer lugar, reforzar la resiliencia del mercado único a través de procesos que garanticen la disponibilidad y la libre circulación de bienes y servicios. En segundo lugar, fortalecer la autonomía estratégica de la UE mediante alianzas industriales para atraer inversores privados y crear empleo de calidad. Por último, acelerar la doble transición poniendo en marcha acciones que fomenten la transición sostenibles y digital de la industria de la UE.
Relocalizando la cadena de suministros
La escasez de materias primas plásticas y la subida de precios de estas, tiene consecuencias negativas en toda la cadena de valor y puede perjudicar a más sectores, ya que afecta directamente al transporte y a la logística de todo tipo de productos. Si queremos ser competitivos, debemos reducir la dependencia del exterior y aprovechar la cantidad de beneficios que supone el abastecimiento local para el sector industrial.
Es el momento de revalorizar el concepto “Made in Europe”, asociarlo a calidad y localidad, evitando los productos commodity y la globalización. Contar con proveedores locales significa una cadena de suministros más corta, reaccionar con flexibilidad ante picos de demanda inesperados y poder predecir de manera fiable si las entregas llegarán a tiempo. Además, la proximidad del proveedor genera confianza y facilita la gestión y resolución de incidencias. Otro beneficio destacado es la reducción de los costes de transporte y embalaje.
En resumen, disponer de proveedores locales permitirá a las empresas reducir riesgos, evitar retrasos y prevenir roturas de suministro, lo cual fomentará el crecimiento de nuestro negocio, seremos más competitivos y crearemos puestos de trabajo local, reactivando la economía a largo plazo. Ahora toca replantearse la estrategia y decidir. En Biblox lo tenemos claro, apostamos por un producto fabricado en Europa. Con calidad y garantías comunitarias.