El envasado en la industria de la alimentación moderna es fundamental para permitir la viabilidad de su comercialización y conservación durante su vida útil. Lejos quedan los tiempos en los que las carnicerías o pescaderías de barrio envolvían sus productos en papel. El estilo de vida actual, basado en la personalización y en la comodidad de ofrecer raciones ya preparadas para su cocción, ha potenciado el uso de las bandejas de plástico como los contenedores más seguros y convenientes de todos.
A pesar de los muchos retos que ha de afrontar la industria de los envases para alimentación (encarecimiento de materias primas, uso de material reciclado, endurecimiento normativo, nuevos diseños, reducción de gramaje, etc.) se calcula que en los próximos cinco años este mercado crecerá al ritmo de un 4% anual, alcanzando un aumento de su uso sin precedentes.
Solo en Europa se consumen 8 millones de toneladas de plástico para el envasado en alimentación y, a pesar de que la mayoría de los consumidores percibe el plástico como una amenaza potencial para el medio ambiente, todavía no existe ninguna alternativa comparable a este material que ofrezca los mismos beneficios.
Las cuatro funciones básicas
Los cambios en los hábitos de consumo han generado una preocupación creciente por el envase y sus funciones. En el más estricto sentido tradicional, el envasado en alimentación siempre ha tenido cuatro funciones básicas: la protección y conservación de los alimentos, proporcionar un contenedor que cumpla con los requisitos logísticos y de almacenamiento, la comunicación y marketing de la marca que los produce y los comercializa, y, sobre todo, la comodidad para el consumidor.
- Protección y conservación: la seguridad es un elemento fundamental tanto en la protección física como en la información que proporciona para proteger al consumidor. Mantienen los alimentos libres no solo de patógenos sino de polvo y elementos medioambientales que pueden suponer un riesgo para la salud. Además, permiten mantener los alimentos en condiciones que alarguen su vida con fechas de caducidad más amplias gracias a la atmósfera protegida.
- Contenedor: el almacenamiento y el transporte de alimentos no se podría llevar a cabo sin contenedores que permitan hacerlo en las mejores condiciones. Las últimas innovaciones están dirigidas a conseguir la máxima eficiencia logística, minimizando las materias primas de los envases a través de la búsqueda del envase mínimo más ligero y fácil de almacenar.
- Comunicación y marketing de la marca: la primera impresión de una marca se consigue a través de su envasado. El logo, los colores y las formas presentan los valores de la marca, generando confianza en el producto. En el sector de la alimentación es especialmente relevante, ya que son productos que pueden afectar a la salud en general y, por tanto, deben estar muy bien cuidados. Además, debe contener toda la información nutricional que marca la legislación de manera inteligible y clara.
- Comodidad: el ritmo de vida actual ha dado lugar a que se busquen formatos accesibles a cualquier necesidad. El uso de las bandejas de plástico se ha incrementado considerablemente en la última década. Alimentos preparados, frescos en porciones más pequeñas o sencillamente reutilizables, son algunas de las opciones que el mercado demanda en la actualidad.
Estas cuatro funciones llevan a los productores de alimentación a estar en búsqueda constante de nuevos materiales, tamaños y formatos. En Biblox somos fabricantes de envases termoformados para el sector de la alimentación adaptados a cualquier necesidad. Contacta con nosotros y analizaremos tus necesidades para ofrecerte la mejor opción.